Realizado por investigadores de la Universidad de Alicante (España) y de la Universidad de Algarve (Portugal), el estudio confirma que se adaptaron muy bien al evento climático del 8.2 en el que la temperatura global del planeta bajó unos 2ºC, reorganizando la distribución de sus asentamientos y explotando de manera más intensa los recursos acuáticos de los ríos Tajo y Sado.
Enlaces relacionados
Demography and foraging adaptations in Atlantic Iberia after the LGM
Desentrañan la relación entre cambio climático y población en la Prehistoria (La Vanguardia)